vendredi 4 juillet 2008

Los recuerdos, el reconocimiento.

Comienzan las noches de comida a domicilio, películas alquiladas, innumerables frazadas, pijamas jodidos y copas de vino, lástima que suenan ser planes para dos siendo una sola. El nombre de este mes es solo para recordarnos, ahora de manera oficial, que el invierno llegó, bienvenido Julio entonces.
Me pasa que no encuentro la parte práctica de recordar, de mantener algo en etiqueta de recuerdo sin hacerlo presente (pudiéndolo hacer presente mejor dicho), es un souvenir con el cual prefiero no quedarme, suelen ser mochilas pesadas y lo peor de todo es que muchas veces, podrían dejar de serlo y transformarse en huellas que hacien a una situación actual. Va, en realidad, claramente los recuerdos son caminos que hacen al momento pero pasivamente, pero para qué depositar tanto sentimiento en algo que se considera pasado pudiéndolo manifestar!? Dicen que deja de acecharnos hasta que se acepta, pero hasta llegar a esa aceptación, qué? hace falta encontrarse con la crudeza? oler sangre? o solamente tener amor propio? No comprendo la razón de elegir quedarse en ese escalón, si todavía los olores son capaces de remontarnos a situaciones es por algo, supongo que pocas personas queremos "ir nada más que hasta el fondo".
No es la angustia oral consecuencia de recordar? No es escapar una manera innegable de recordar a esa persona? Sí, Yourcenar tenía razón cuando dijo que la infidelidad es la forma de ser más fiel a una persona, es recordar, no lo comparto pero vendría a ser como una angustia oral solo que involucra algo más que comida. No sirve no permitirse recordar como tampoco sirve vivir de eso, pero creo que la respuesta de tantas cosas se encuentra en la fusión de la espontaneidad y el contacto, dejé de creer que las casualidades eran solamente casualidades (y nadie me cree cuando hablo de energías y conexión y cercanías, si serán aburridas las personas).
La gomosidad de los labios, la suavidad de la piel, la nuca, acordarse de cómo saben esos territorios, y yo que me quejaba del recordar, claramente la persiana pende de un hilo. Es increíble como nada da lo mismo.
El problema de las películas románticas es que te hacen creer que así debes sentirte con respecto a él, o mejor dicho, te incitan a querer sentirte así con él aun ignorando las circunstancias de la vida real, esas que hacen que claramente difiera tu vida de una película romántica de Hollywood.
Y de repente te encontras con que la vida parece complicarse ante la encrucijada de elegir entre dejarse caer en la angustia oral, alquilar un perro part-time, alquilar un bebé hasta que tenga cuatro años, tomar clases de auto-control, hacer huelga en la puerta de la casa, ver películas románticas, usar a las amistades como grupo de auto-ayuda o dejarse convertir en tiempo.
Comprender que llevar a cabo las intensiones antes de tiempo significa cortar en verde la fruta. Pensé que la anagnórisis era ese momento único en el que la persona hace un reconocimiento de la situación, puede haber un reconocimiento compartido? O sino por qué la persona siente que es compartido cuando en realidad no lo es? Por qué no se comprende/do que el momento de anagnórisis, en el que la persona se da cuenta de la realidad, no tiene que ser seguido exactamente por la acción? Comprender que ese reconocimiento tiene que asimilarse al tiempo, no solamente hacer que nos sintamos temblar, y que a este momento en el cual vemos las cosas como son sólo lo permitió el tiempo. Ahora me estoy acordando de esa historia en la cual el personaje principal tiene que atravesar muchas islas antes de llegar a su hogar donde lo espera su esposa y su hijo, y que recién cuando llega a su tierra es que recobra su identidad, pero que le fue necesario navegar por todos esos mares y esas islas para llegar a ese encuentro con él mismo, ese momento que aparte de haber sido una busqueda de quien era, le mostró que recién al lado de ella es que él sintio que la busqueda habia terminado (no tan fatalista pero se sintió realizado, yo hablé con él, claro), el reconocimiento de las almas lo llamo el profesor, y todas lloramos. Voy especificamente al hecho de que a veces nos es necesario atravesar varios "mares", varias "islas", dar mil vueltas, perdernos para recien despues poder llegar a ese lugar que ansiamos, y lo característico de este reconocimiento es que fue a través de las palabras –la palabra “fundante” que hace a la identidad de las personas (y si te digo que ese reconocimiento es como el reconocimiento a través de la piel?).
Me parecen alucinantes esos momentos en los que nos damos cuenta de estas cosas, lo malo es que las ilusiones duran poco y ojala todo dependiera de una sola persona, pero no hay estado similar al de sentir amor, en mi caso siento que esta abarcando hasta el borde de mis dedos y mis uñas y mis talones y no voy a dejar que una persona me saque esto, quizás porque no se trate solamente de estar enamorada de una persona sino de sentirnos bien, tan bien con nosotros mismos que nos sentimos enamorados, hasta llego a creer que las personas son excusas que utilizamos para disfrutar de estados de felicidad como estos (sí, pero excusas hermosas al fin, y además como si fueramos tan faciles). Lo óptimo seria compartirlo con él, pero como siempre, el tiempo y sus condiciones, el miedo los miedos, y derrepente me encuentro con que hay palabras “fundantes” en las relaciones, palabras-ejes alrededor de las cuales giramos, palabras que son la transferencia de nuestra experiencia sensorial a un sonido fonético, juntos esta expresión acústica y el contenido, hacen a nuestras palabras, palabras que hacen a temas, y a momentos de risa cuando sé que estas escuchando lo que dice esa persona que esta utilizando nuestras palabras.
Borre todo final escrito, toda conclusión, no encuentro síntesis ni final todavía, pamela reaccionaria literal dadá, apa che.

PD: (...)
PD#2: Y a éso? No, no quiero saberlo, no digo a ésto, hablo de éso, éso que esta ahi y no quiero ni imaginarmelo.

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