jeudi 27 décembre 2007

Retratos de mis personas favoritas

Beiezas capitulo 1
Mery.

Beiezas capitulo 2


Jessi, ahora Tiny Dancer.



Peeeeeeli!




Nelly!





Saide, mi "ojitos".






Sai.








Mery, mi "Espejo".









Nicolle, mi hermana.









Jessi, mi cronopio, mi Balúa .









Caro, nuestra Huevo.








Anto, mi átomo.









Aye, el enano, Horacio.















Aru, mi petit belleza.








Palomita.







Marcia, mi mamá, y de las mejores.

Piel (algunas)











Algunas del trabajo "La Génesis de la mujer".



Stuff in B/N


















































































Ser parte de mí en todas las ocasiones, ser conciente en cada tacto.




Mis Cielos ...
















Y un viejo "Día nublado en todos mis lados".

mardi 25 septembre 2007

Por dejarme



En el suspiro de los ojos cuando contemplo el silencio de lo que no sé decir, en la nubosidad de nuestros pies desnudos por la tierra, en la inmensidad de la altura de la mirada de los cuerpos, en la distancia del puñal que nos mantiene vivos, en la enfermedad del calor, en el fluir de nuestra humedad, en la cercania de nuestra soledad,
de nuestra soledad compartida por esta maldita agonia de soñar.

"Todos tenemos nuestra hora cobarde"


Caminar con miedo de que realmente exista,
[o de que en mí reviva]
esa hora cobarde en la cual me escondo de mi misma,
en la inspiración de mis dedos en la vulva de la noche,
en las alas de mis pies cuando estoy dormida,
en el tamiz de todos los pasados dolores.
Y la lentitud de los segundos cuando pasan
[y marcan]

Title not yet



y cómo te vas cuando te vas,
cuando ya me he ido y estoy en el volver.
cuando lo oculto se vuelve pasional,
mientras las sombras nos envejecen,
nuestra piel otoñal deja de respirar.
y cómo te vas cuando te vas,
cuando yo me he ido pero aun estoy aca.

You remind me of music #2



No me hagas música,
no me des la sencillez de fluir en el viento de los que no saben escuchar,
no me dejes en libertad
para revivir sólo cuando alguien me invoca,
y morir en la sordera de la boca,
en la indiferencia de la piel ciega a los acordes.
Y recordarte cuanto tienes de mí,
recordarte a ella [y ella todavia esta aqui]
Distenderme y navegar por la miel de tus pasos,
morirme en la quietud de tus ojos
y entender de una vez cómo es que no escuchas los ruidos que produce nuestro suceder.
No me hagas música,
no me hagas para vos,
dejame como estoy.

mardi 21 août 2007

Pequeña


Tengo su cabeza apoyada sobre mi falda, sus minúsculas piernas se encuentran contra su pecho, sólo gracias a la fuerza de sus brazos, sólo gracias a su deseo de querer hacerse cada vez más pequeña. La densidad de sus lagrimas tapan el brillo de sus pecas -y yo solo trato de recordárselas- tras sus dientes nerviosos intenta ocultar la vergüenza del miedo, el miedo de su vergüenza, ése que la excluye de sus demás sentimientos. Intuyo que quiere recuperar esa intimidad que pierde su cuerpo cada vez que choca contra el tiempo [chocar contra el tiempo], cada vez que se encuentra girando sobre sus pies a destiempo del mundo. Un frío ausente eriza su piel hasta culminar en un escalofrío agitado. Mi mano agarra la suya de inmediato, siento la fragilidad de sus ojos desconcertados, la sostengo sobre mí como en sus primeros días de vida, tranquila pequeña, acá esta mamá.

You remind me of music

mardi 7 août 2007

Fotos


El pájaro de siempre, el canto retenido en los pulsos de la memoria, el pájaro que a la misma hora sobrevuela el lago, el olor que atraviesa los mares del tiempo, el olor de verla pasar, hace dos o tres vidas, el olor de la voz cansada en el teléfono, el de una playa para desnudarse, para desanudarse, el olor de una calle de tierra en la isla más lejana del mundo, el de una sombra de arena en las sierras, el de una siesta, el de una fiesta, el olor que suena a chicharras, a palomas, a biguá, a motor de dos tiempos, a estancos susurrando aire encima del agua, a mástilas viejos, a mástiles de madera, olor a paños húmedos, a velas arrugadas que buscan la sal que no llegará, la mar que no, olor a brazos mojados, a drizas mojadas a ampollas, a neoprene, a frío, el mismo frío hecho de viento y agua que es alimento de los músculos, ese viento que sopla desde la garganta hacia el oeste y hacia el sur, ese viento, ese olor, olor a mujer mojada que navega, olor a timón, a espuma, a mujer y a espuma, a salvavidas guardados, a barco, olor a barco, a madera mojadas, a mujer, exacto necesario intenso olor a mujer, y un mar, y un barco, y una foto que no fue tomada, una foto, todavia.

Esas amarras



el tiempo como el mar, moviéndose, como el mar, agua entre los dedos, de las cosas a las palabras, de los dedos al relato, pulsando las palabras, distendiéndolas, hundiendo el barómetro hasta la sofocación, tormenta de palabras arrachadas, relato borrascoso de vientos cruzados, palabras como olas que se montan, espumas en la cresta de la frase, tifón, mistral que viene de la orilla, corriente de mareas, veleros navegando, eso somos, veleros navegando, capeando tormentas y calmas atormentadas, forzandolo todo.
silencio del mar, abandono del viento, el tiempo como el mar, y los dedos llagados, moviéndose hasta dormir, los parrafos surfeando las olas del tiempo, cien líneas a babor, silencio a estribor, deriva indetenible, y esas amarras a la rastra, ensuciando la estela, anudadas a la popa.
veleros navegando, eso somos en las tormentas del tiempo, cuánto dura una tormenta para las llagas, cuánto para los obenques y los paños, cuánto dura una tormenta en los ojos de la memoria, en el ansia, en el músculo, cuánto dura una tormenta en el viento de las ganas, en el deseo de calma que bornea apenas la calma ha secado las velas, en el deseo de calma que va siendo deseo de más viento, de más tiempo para nosotras, las olas en las manos y el deseo, por debajo, por encima del mar, de la línea de flotación, de la crujía del cuerpo, veleros navegando, deriva y abatimiento, es desvío del compás, deriva y abatimiento, derrota de los vientos por el tiempo del mar, deriva, y abatimiento.

dimanche 5 août 2007

Egoismo empecinado


Hay una delicadeza adictiva en el son de los pasos que todavía no deja calmar mis pies, y mi cabeza.
Suelo abandonarme y abstraerme en los silencios que deja la gente luego de transitarme mientras yo me desconozco.
Y me cuesta dejarme, dejarme, me dejar, dejar mi ...
El empecinamiento de estar(me) ensimismada.
(La sinergía del sentirme a contratiempo de esta involución cuasi sensacionalista que produce mi cuerpo)