mercredi 27 octobre 2010
Lo que prosigue a la ene.
la desnudez de la mañana de los buenos días en sábanas,
la contemplación de la ciudad ya despierta y confusa del otro lado de la ventana,
bastaban unos pasos para tener algo que no pueda olvidar.
mardi 22 juin 2010
La inevitabilidad o el arte de explicarse
dimanche 30 mai 2010
Mordisco de domingo.
Mientras dura la mala racha, pierdo todo.
Se me caen las cosas de los bolsillos y de la memoria:
pierdo llaves, lapiceras, dinero, documentos, nombres, caras, palabras.
Yo no sé si será gualicho de alguien que me quiere mal y me piensa peor
o pura casualidad,
pero a veces el bajon demora en irse y yo ando
de pérdida en pérdida, pierdo lo que encuentro,
no encuentro lo que busco, y siento mucho miedo
de que se me caiga la vida en alguna distracción.
mardi 11 mai 2010
This is hacer divan.

Qué mejor para esta ansiedad, y sus garras, que escribir, escribir pelotudeces, claro está. debería estar haciendo casi todo menos esto, no ahora, cuando el tiempo no me alcanza o siento que nunca llego a tocarlo, pero la ansiedad parece demostrar lo contrario, sólo si nos atenemos snobicamente al concepto de ansiedad podriamos ver que no coincide demasiado con la sensación anímica de que el tiempo parece resbalsarse, no estar, ausentarse gratismente, irse a la mierda, qué gratis que parecen estas cosas pero no, no, no, nada es gratis, y no es sorpresa de nadie. ultimamente, o por lo menos lo que recuerdo haberme acordado que recordé, pequeños actos rutinarios me llevaron derechito al capítulo de Pola, pero sólo como metonimia del concepto de que hay que inventarlo todo otra vez. Cada tacto, cada lógica ante el cual el karma se recrea, los signos cambian, los símbolos se renuevan, se resignifica, rejuvenecen, se recuerda, se crece, se está sola para despues, sólo despues -si se puede- estar acompañada, pero eso es sólo despues de estar sola, y amar ese simple (pero complejo) hecho. Tengo ganas de escuchar más música o por lo menos en este momento un poco de Pescado Rabioso, hacer cafe casero, caminar, probar más cafés caseros, estoy disfrutando de no tener dirección hacia la cual ir, lo que hago se basa simplemente en mantenerme en mí misma, con todas sus variantes. Si bien es cierto que uno viaja - y se permite la libertad intelectual de viajar fisica y mentalmente- porque sabe que tiene a donde volver, hogar-casa-cariños, el regreso mismo es casi como un tsunami. Me dan ganas de todo menos de estar acá estudiando, pero no puedo imaginarme no estando con estas personas que hacen que la vuelta sea tan cálida, esta tierra donde me dan ganas de poner en práctica todo lo que aprendi. No quita que haya cierto estados que, estando acá o en Bali o en Ixtapa, se vayan a sentir igual, como el no-ser, el no-pertenecer, el no-algo, porque el sentimiento alude más a la carencia de algo que a una mala organización de la masa que constituye al estado, siendo que es la carencia la que caracteriza al estado intuyo que donde esté esos sentimientos pueden aparecer, es la vida misma, es el viajar, es el aprender a estar solo. El proceso es con uno mismo, pocas veces se trato del otro, pocas veces se trato de vos, mon amour (me estas leyendo?). quiero volver a sentir esa libertad mental, esa ansiedad que sube de a poco y me hacía sonreir mientras iba de una ciudad a otra, quiero no tener una clasificación temporal que me permita describir mis acciones, quiero absorber lo más que pueda de todo lo que veo, olores, del tacto, colores, quiero la nieve o la primavera, quiero ver desde atras de una ventana o desde los mismos ojos, quiero agua, quiero montañas, quiero nuevos idiomas, nuevas culturas, nuevos códigos y el placer de aprehenderlos, quiero aprender algo de cada pequeño mundo, all over again, y confieso, c-o-n-f-i-e-s-o, que extraño el compartir, heavy, extraño la dialectica de las risas y los besos, la simplicidad del paralelismo que significa el compartir y el acompañar, o no tan paralelismo o de no tanta simpleza. extraño (y lo asumo en primera persona, nada del impersonal que permite la generalización, hay que hacerse cargo vieja) eso que crea el humano junto con otro humano, la simbiosis, el nicho donde se refugia, aceptar que hay que inventarlo todo otra vez. Lo peor de todo es que a veces uno esperaba esos despertares sin saber que es uno mismo el que los produce.
"...insistir, distraído, hasta darse cuenta de que todo hay que inventarlo otra vez, que el código no ha sido estatuido, que las claves y las cifras van a nacer de nuevo, serán diferentes, responderán a otra cosa. El peso, el olor, el tono de una risa o de una súplica, los tiempos y las precipitaciones, nada coincide siendo igual, todo nace de nuevo siendo inmortal, el amor juega a inventarse, huye de sí mismo para volver en su espiral sobrecogedora, los senos cantan de otro modo, la boca besa más profundamente o como de lejos, y en un momento donde antes había como cólera y angustia es ahora el juego puro, el retozo increíble, o al revés (...)".
mardi 20 avril 2010
mardi 9 juin 2009
Must
tendría que haber usado tu piel hasta dejarte sin huella dactilar, hacerte cortina, arrastrarte cuesta abajo por una avenida hasta que se deshilachara tu cuerpo, hacerte alfombra, jugar al béisbol con tus piernas, haberte cogido contra la pared tanto que tu espalda sangrara, abrir tus ojos y que tanta luz te duela, que llores, usarlo para algún cuadro cual sturm und drang penoso, tendría que haber abusado de tus papilas gustativas y hacerte lamer mis pies, tendría que haber robado tu nombre y hacerte nadie, tendría que haberte aplastado con mis palabras o por lo menos robar las tuyas, que por lo menos me sirvieras de musa, haberte hecho sábana, haberte hecho guante y hacerte reversible, o haberte hecho recuerdo, por lo menos un recuerdo.
jeudi 16 avril 2009
Meses, tiempo, segundos pegados a otros segundos que hacen de minutos en los cuales me apego a vos haciendo de nos un sólo cúmulo, como colchón sobre colchón ...uno sobre uno, unos, los dos, nosotros, besos.
dimanche 29 mars 2009
Camus: Existencialismo de supervivencia.
JAN (mirando hacia la puerta): Quizá, sí ... (se dirige a la cama y se sienta). Pero esta mujer sólo me inspira el deseo de marcharme, de encontrar a María y de ser feliz nuevamente. Todo es tan estúpido. ¿Qué estoy haciendo aquí? Pero no, debo hacerme cargo de mi madre y de mi hermana. Las tuve olvidadas demasiado tiempo. (Se levanta) Sí, en este cuarto se arreglará todo. ¡Qué frio es, sin embargo! No reconozco nada, todo lo han renovado. Se parece ahora a los cuartos de hotel de esas ciudades extranjeras donde todas las noches llegan hombres solos. También yo los conocí. Entonces me parecía que había una respuesta por encontrar. Quizá las reciba aquí. (Mira hacia afuera) El cielo se cubre. Lo mismo sucede en todos los cuartos de hotel: todas las horas de la noche son difíciles para el hombre solo. Y aquí está ahora mi vieja angustia, aquí, en el fondo del cuerpo, como una herida abierta que se irrita con cualquier movimiento. Conozco su nombre. Es miedo a la soledad eterna, temor de que no haya respuesta. ¿Y quién habría de responder en un cuarto de hotel? (Se ha acercado a la campanilla. Vacila; luego llama. No se oye nada. Después de un silencio, pasos; se oye un golpe. La puerta se abre. En el marco aparece el viejo criado. Permanece inmóvil y silencioso.) No es nada. Disculpeme. Sólo deseaba saber si alguien respondía, si la campanilla funcionaba.
El viejo lo mira, luego cierra la puerta. Los pasos se alejan.
Le Malentendu, Albert Camus, Paris, 1944.
mercredi 18 février 2009
mercredi 26 novembre 2008
vendredi 7 novembre 2008
Ejercicio
La palma de mi mano abarcaba el ancho de tu nuca. Mi poca altura, el largo de tu torso. Tu brazo derecho bajó hasta cercar mi cintura y tu otra mano calmaba el vacilar de mis hombros. Apoyaste tu mejilla sobre mi cuello intentando contagiarme tu respiración, llegué a sentir la humedad de tu cuerpo y con mis dedos atravesé el escarpado de tus hombros por completo.
Uno de nosotros debía de levantar una de sus piernas cuando lo sintiese, atravesando con el interior de ésta parte del diametro de la cadera opuesta, haciendo así que el otro tuviese que sostener esta pierna izada con su brazo.
De vuelta esa falta de equilibrio, nunca pude mantenerlo mientras debía de hacerlo, por eso mi mano en tu cuello, pero ahí estabas vos, eriguiendo mi espalda, haciendomé sentir más alta de lo que soy, sosteniendome por completa como si me elevaras desde tu altura, abarcando mis espacios vacios, construyendo mis piernas alrededor de tu cuerpo, y recién cuando me daba cuenta de tu solidez, de la fortaleza de la que me convidabas, de esa convivencia corporal que se volvió nuestro nicho, es ahí cuando recobraba el ritmo adecuado de la respiración y mi centro, mi centro pegado al tuyo, envolviendose hasta la complementación.
Lo raro es que habiendo conseguido el equilibro sobre esa única pierna en el suelo, sentía necesitarte más que antes, esa manía de hacer mías partes de tu cuerpo.
jeudi 30 octobre 2008
Vulva de mí (solo porque estoy en dadá)
Sedó.
La inspiración de los dedos en la vulva de la noche.
mardi 28 octobre 2008
A la de idéntica nombradía, Bocek.
El q se va se lleva su memoria,
su modo de ser rio, de ser aire,
de ser adios y nunca.
Hasta que un día otro lo para, lo detiene
y lo reduce a voz, a piel, a superficie
ofrecida, entregada, mientras dentro de sí
la oculta soledad aguarda y tiembla.
Rosario Castellanos, Amor.
En la bóveda de la tarde cada pájaro es un punto del recuerdo.
Asombra a veces que el fervor del tiempo vuelva,
sin cuerpo vuelva, ya sin motivo vuelva;
que la belleza, tan breve en su violento amor
nos guarde un eco en el descenso de la noche.
Y así, qué más que estarse con los brazos caídos,
el corazón amontonado y ese sabor de polvo
que fue rosa o camino-
El vuelo excede el ala.
Sin humildad, saber que esto que resta
fue ganado a la sombra por obra de silencio;
que la rama en la mano, que la lágrima oscura
son heredad, el hombre con su historia,
la lámpara que alumbra.
Julio Cortazar, Resumen en Otoño.
Y "Nos veremos otra vez" de Aznar & Lebón.
dimanche 26 octobre 2008
Cuando no tenía nada deseé
Cuando todo era ausencia esperé
Cuando tuve frío temblé
Cuando tuve coraje llamé
Cuando llegó la carta la abrí
Cuando escuché a Salif Keita bailé
Cuando el ojo brilló entendí
Cuando me crecieron alas volé
Cuando me llamó allá fui
Cuando me di cuenta estaba ahí
Cuando te encontré me perdí
En cuanto te vi me enamoré
vendredi 24 octobre 2008
Popurrí de Permutaciones
tras esa extrema operación del musgo
en que mi cuerpo cede sus halcones
bajo el misterio cenital que te abre
los muslos de la voz con que murmuras
las enumeraciones de la espuma
donde otra vez la antigua diosa nace
suave canibalismo que devora
su presa que lo danza hacia el abismo,
oh laberinto exacto de sí mismo
donde el pavor de la delicia mora
(agua para la sed del que te viaja
mientras la luz que junto al lecho vela
baja a tus muslos ...)
Juntos, riendo, despeinados.
mercredi 22 octobre 2008
dimanche 5 octobre 2008
Su sonrisa frágil sobre el borde de la taza, un café sobre sus manos, sus ojos como cerezas envueltas en vidrio y sobre la punta de su nariz la evidencia del vapor del café caliente, le encanta saberme desconcertado y sentirse dueña de ella misma, impredecible, espina y tajo en mi rutina, ésa que sólo remonta semanas después que ya se ha ido. Me pide que la reciba como si la hubiera olvidado. Dice poco, exhalar desde sus adentros sería depositar algo en mí, abrir los brazos, desnudarse, dar lugar a la vulnerabilidad o verse condicionada a no poder quebrar mi mundo con sus pisadas de gigante, no podría ni ella misma creerse este nomadismo de migrar al comienzo de cada estación. Le permito usarme de refugio sabiendo que aun aquí no se trata de mí, se quedará unos días, los necesarios para después no necesitar de nadie por un tiempo o sentir que ha viajado. Deambula alrededor de mis cosas como quien se toma vacaciones de las suyas para poder extrañarlas, la descubro observándome aun desde su mirada hacia el suelo (y admito saber por qué no levanta sus ojos, otra vez cerezas envueltas en vidrio). Suele creerse lo suficientemente invencible como para sonreír de más, no hablar de ella y mantenerse distante por miedo a que al sostenerla la crea mía. Le permito este paréntesis en mi vida como inyección de la suya desde esta derrota de no saber describirla sino desde su cuerpo envuelto en olor a café en cama de invierno, desde esta falta de nuevas palabras para su pelo rubio y esa manera graciosa de creerse disimulada con sus pensamientos.