jeudi 7 août 2008

Seguramente, dentro de algunos segundos vas a darte cuenta que pasaste a otra sala del museo pero esta vez solo. Al volver a la pieza de las cortinas oscuras vas a encontrarte a una mujer desnuda sentada frente al espejo, sobre el borde de su silla y sus ojos que se asoman sobre el reflejo (ella también te esta mirando). Primero el color de su cuerpo, el arco de su cintura, sus hombros destapados por la ropa, despues vas a notar, más cerca tuyo, la cabeza de una joven y los giros de su pelo sobre su espalda que simula estar cansada, te llama la atención que a diferencia de toda situación que emula ser ficcional, la luz de la sala elija no iluminarla a ella. Por último, te vas a dar cuenta que es mio el cuerpo que esta sobre el asiento frente al cuadro, y que no hice más que comprender qué hacen las personas cuando se sientan frente a una pintura; escribir.

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