dimanche 30 mai 2010

Mordisco de domingo.


Mientras dura la mala racha, pierdo todo.
Se me caen las cosas de los bolsillos y de la memoria:
pierdo llaves, lapiceras, dinero, documentos, nombres, caras, palabras.
Yo no sé si será gualicho de alguien que me quiere mal y me piensa peor
o pura casualidad,
pero a veces el bajon demora en irse y yo ando
de pérdida en pérdida, pierdo lo que encuentro,
no encuentro lo que busco, y siento mucho miedo
de que se me caiga la vida en alguna distracción.


Eduardo Galeano, El libro de los abrazos.


mardi 11 mai 2010

This is hacer divan.


Qué mejor para esta ansiedad, y sus garras, que escribir, escribir pelotudeces, claro está. debería estar haciendo casi todo menos esto, no ahora, cuando el tiempo no me alcanza o siento que nunca llego a tocarlo, pero la ansiedad parece demostrar lo contrario, sólo si nos atenemos snobicamente al concepto de ansiedad podriamos ver que no coincide demasiado con la sensación anímica de que el tiempo parece resbalsarse, no estar, ausentarse gratismente, irse a la mierda, qué gratis que parecen estas cosas pero no, no, no, nada es gratis, y no es sorpresa de nadie. ultimamente, o por lo menos lo que recuerdo haberme acordado que recordé, pequeños actos rutinarios me llevaron derechito al capítulo de Pola, pero sólo como metonimia del concepto de que hay que inventarlo todo otra vez. Cada tacto, cada lógica ante el cual el karma se recrea, los signos cambian, los símbolos se renuevan, se resignifica, rejuvenecen, se recuerda, se crece, se está sola para despues, sólo despues -si se puede- estar acompañada, pero eso es sólo despues de estar sola, y amar ese simple (pero complejo) hecho. Tengo ganas de escuchar más música o por lo menos en este momento un poco de Pescado Rabioso, hacer cafe casero, caminar, probar más cafés caseros, estoy disfrutando de no tener dirección hacia la cual ir, lo que hago se basa simplemente en mantenerme en mí misma, con todas sus variantes. Si bien es cierto que uno viaja - y se permite la libertad intelectual de viajar fisica y mentalmente- porque sabe que tiene a donde volver, hogar-casa-cariños, el regreso mismo es casi como un tsunami. Me dan ganas de todo menos de estar acá estudiando, pero no puedo imaginarme no estando con estas personas que hacen que la vuelta sea tan cálida, esta tierra donde me dan ganas de poner en práctica todo lo que aprendi. No quita que haya cierto estados que, estando acá o en Bali o en Ixtapa, se vayan a sentir igual, como el no-ser, el no-pertenecer, el no-algo, porque el sentimiento alude más a la carencia de algo que a una mala organización de la masa que constituye al estado, siendo que es la carencia la que caracteriza al estado intuyo que donde esté esos sentimientos pueden aparecer, es la vida misma, es el viajar, es el aprender a estar solo. El proceso es con uno mismo, pocas veces se trato del otro, pocas veces se trato de vos, mon amour (me estas leyendo?). quiero volver a sentir esa libertad mental, esa ansiedad que sube de a poco y me hacía sonreir mientras iba de una ciudad a otra, quiero no tener una clasificación temporal que me permita describir mis acciones, quiero absorber lo más que pueda de todo lo que veo, olores, del tacto, colores, quiero la nieve o la primavera, quiero ver desde atras de una ventana o desde los mismos ojos, quiero agua, quiero montañas, quiero nuevos idiomas, nuevas culturas, nuevos códigos y el placer de aprehenderlos, quiero aprender algo de cada pequeño mundo, all over again, y confieso, c-o-n-f-i-e-s-o, que extraño el compartir, heavy, extraño la dialectica de las risas y los besos, la simplicidad del paralelismo que significa el compartir y el acompañar, o no tan paralelismo o de no tanta simpleza. extraño (y lo asumo en primera persona, nada del impersonal que permite la generalización, hay que hacerse cargo vieja) eso que crea el humano junto con otro humano, la simbiosis, el nicho donde se refugia, aceptar que hay que inventarlo todo otra vez. Lo peor de todo es que a veces uno esperaba esos despertares sin saber que es uno mismo el que los produce.
"...insistir, distraído, hasta darse cuenta de que todo hay que inventarlo otra vez, que el código no ha sido estatuido, que las claves y las cifras van a nacer de nuevo, serán diferentes, responderán a otra cosa. El peso, el olor, el tono de una risa o de una súplica, los tiempos y las precipitaciones, nada coincide siendo igual, todo nace de nuevo siendo inmortal, el amor juega a inventarse, huye de sí mismo para volver en su espiral sobrecogedora, los senos cantan de otro modo, la boca besa más profundamente o como de lejos, y en un momento donde antes había como cólera y angustia es ahora el juego puro, el retozo increíble, o al revés (...)".