samedi 31 mai 2008

Reminiscencia

Silencio.
Silencio en lágrimas, en la distancia de los cuerpos,
en el caminar, en los ojos, silencio en la voz del olvido.
Silencio del tiempo que parece no advertir su paso.
El miedo a las sombras de la ausencia, del recuerdo, del recuerdo aún despues de recordar lo olvidado.
Silencio en el invierno de la piel muda de almohadas y palabras.
Silencio que omite y obliga a reposar la fragilidad de la razón,
distancia prudente de calma.

El silencio en el que nos ocultamos.

Una lluvia irlandesa

(...) Delante de mí, pequeñas gotas quedaban aferradas al cristal del ventanal de aquel bar, desde donde contemplaba todo un mundo hecho de blancos negros y grises. Sí, así debía llover en Dublín. Afuera llovía y dentro estaba ocupada en hacer lo que más me gustaba, mirar sin ser vista. Puede parecer fácil, pero no lo es, no lo es. Para hacerlo, hace falta tener una cualidad especial que muy poca gente tiene: ser del todo insustancial, una absoluta falta de sustancia. Yo la tenía. Eso me permitía ocuparme en mirar sin ser vista. Como el fotógrafo, captaba en la fugacidad del momento, el encuentro con unos personajes, un momento único, singular e irrepetible. No bien la escena se había formado, se deshacía para componer otra. Pero de aquel fugaz encuentro yo tenía el privilegio de ser un testigo único. Y entonces pensaba un deseo: que aquella gente fuera como yo la imaginaba. Aquella tarde una lluvia irlandesa lo difuminaba todo. Aquel día, yo había perdido la perspectiva y el mundo se presentaba deformado, como si lo mirara con los ojos llenos de lágrimas. Era aquella lluvia irlandesa. Aquel día pensaba que si yo estuviera en Dublín, vería llover así, justamente así.

*
Sábado, sábado de semanas domingos y reminisencias.
A MANO ARMADA

Supón que me presento cualquier día en tu casa.
Que digo: "Hasta aquí hemos llegado"
que cierro las ventanas,
apago las cortinas,
los libros,
los periódicos.

Supón que me presento
cuando menos lo esperas.
Ya puedo disfrutar tu mirada de asombro,
el lecho abandonado,
los sentidos alerta.

Supón que te desnudo
con besos y sonrisas,
conjuro tus fantasmas,
asalto tu desvelo,
amanezco en tu sombra,
y me marcho,
y me juras -dentro de un orden, claro- fidelidad eterna.

dimanche 18 mai 2008

Gracias Olvierio

Derrepente cualquier intento de escape de la conciencia de la noche regresa y se reduce en pocas palabras, mientras resuena " ...acariciar algo que duerme" y no hay nada más real en la mirada que esa. Entonces mientras más fuerte es la caida -concebida como esa nostalgia inexpiable de la altura- el conformismo y su tergiversada memoria, el conformismo de olvidar o de opacar o de rehusarse a valerse, de la ausencia (esa que acaba de irse por la puerta con su malestar y sus palabras) que cada vez se hace más presente, y de vuelta casi finalizando; "y no hay ternura comparable ...". Siempre un mientras, el paralelismo y la falta de exclusividad de los lugares. Las cosas deberian sucedernos cuando ya las hemos superado mentalmente, definitivamente. Pero desgraciadamente, por momentos las acciones no parecen sucederme sino que son sucedidas por mi (siempre ese choque) y como consencuencia de la inversión de alturas es que llego a superar las cosas todavía no sucedidas pero recien cuando me suceden, al fin, es que puedo ahondar en un domingo sin miedos y con caricias y sonrisas y "mientras dura el instante de eternidad que es todo" caminamos de a poco de la mano. Cual profundidad de campo, esto de ver más alla del objeto por momentos parece irse al carajo, pero no ... porque "así iban, Punch y Judy, atrayendose y rechanzandose, como quien no quiere que el amor termine en cromos o en romanza ... pero el amor, esa palabra", y és el amor esa palabra. Y como dijo mi segundo preferido que vengo citando; mi alegría, de zapatos de goma,que me hace rebotar sobre la arena.
Hay historias que tendrian que ser leidas en las espaldas, y así es como me excuso de este exceso de sonrisas, por este arrobamiento de piel y miradas y el amor esa palabra.
Gracias a Oliverio, por haber estado a las seis de la mañana esperandome en la pila de libros, a Julio por nunca irse de mi, a la ausencia de capas que atravesar, a la dulzura, a las palabras, a la puntualidad de ellas, a los gritos del cuerpo, al imán, a la brújula, a todo esto de no poder describirlo por tantas cosas increibles que abarca. Cuddles in the kitchen ...

lundi 12 mai 2008

Las miradas se suceden sabiendo que aún a la distancia la piel duele, húmedas de impotencia se entrechocan entre los oscuros pasillos de las pupilas, confesandose cómplices y débiles y por eso lejanos, aún complices y débiles de haber sido protagonistas de ese esbozo que un lápiz sin avisar difuminó ...

jeudi 8 mai 2008

El agua sin tu espalda, no es que ya no sea agua, es que ya no es mía. No te acostumbres a mí, que puedo sin querer, acostumbrarme a mí en vos.