mardi 21 août 2007

Pequeña


Tengo su cabeza apoyada sobre mi falda, sus minúsculas piernas se encuentran contra su pecho, sólo gracias a la fuerza de sus brazos, sólo gracias a su deseo de querer hacerse cada vez más pequeña. La densidad de sus lagrimas tapan el brillo de sus pecas -y yo solo trato de recordárselas- tras sus dientes nerviosos intenta ocultar la vergüenza del miedo, el miedo de su vergüenza, ése que la excluye de sus demás sentimientos. Intuyo que quiere recuperar esa intimidad que pierde su cuerpo cada vez que choca contra el tiempo [chocar contra el tiempo], cada vez que se encuentra girando sobre sus pies a destiempo del mundo. Un frío ausente eriza su piel hasta culminar en un escalofrío agitado. Mi mano agarra la suya de inmediato, siento la fragilidad de sus ojos desconcertados, la sostengo sobre mí como en sus primeros días de vida, tranquila pequeña, acá esta mamá.

You remind me of music

mardi 7 août 2007

Fotos


El pájaro de siempre, el canto retenido en los pulsos de la memoria, el pájaro que a la misma hora sobrevuela el lago, el olor que atraviesa los mares del tiempo, el olor de verla pasar, hace dos o tres vidas, el olor de la voz cansada en el teléfono, el de una playa para desnudarse, para desanudarse, el olor de una calle de tierra en la isla más lejana del mundo, el de una sombra de arena en las sierras, el de una siesta, el de una fiesta, el olor que suena a chicharras, a palomas, a biguá, a motor de dos tiempos, a estancos susurrando aire encima del agua, a mástilas viejos, a mástiles de madera, olor a paños húmedos, a velas arrugadas que buscan la sal que no llegará, la mar que no, olor a brazos mojados, a drizas mojadas a ampollas, a neoprene, a frío, el mismo frío hecho de viento y agua que es alimento de los músculos, ese viento que sopla desde la garganta hacia el oeste y hacia el sur, ese viento, ese olor, olor a mujer mojada que navega, olor a timón, a espuma, a mujer y a espuma, a salvavidas guardados, a barco, olor a barco, a madera mojadas, a mujer, exacto necesario intenso olor a mujer, y un mar, y un barco, y una foto que no fue tomada, una foto, todavia.

Esas amarras



el tiempo como el mar, moviéndose, como el mar, agua entre los dedos, de las cosas a las palabras, de los dedos al relato, pulsando las palabras, distendiéndolas, hundiendo el barómetro hasta la sofocación, tormenta de palabras arrachadas, relato borrascoso de vientos cruzados, palabras como olas que se montan, espumas en la cresta de la frase, tifón, mistral que viene de la orilla, corriente de mareas, veleros navegando, eso somos, veleros navegando, capeando tormentas y calmas atormentadas, forzandolo todo.
silencio del mar, abandono del viento, el tiempo como el mar, y los dedos llagados, moviéndose hasta dormir, los parrafos surfeando las olas del tiempo, cien líneas a babor, silencio a estribor, deriva indetenible, y esas amarras a la rastra, ensuciando la estela, anudadas a la popa.
veleros navegando, eso somos en las tormentas del tiempo, cuánto dura una tormenta para las llagas, cuánto para los obenques y los paños, cuánto dura una tormenta en los ojos de la memoria, en el ansia, en el músculo, cuánto dura una tormenta en el viento de las ganas, en el deseo de calma que bornea apenas la calma ha secado las velas, en el deseo de calma que va siendo deseo de más viento, de más tiempo para nosotras, las olas en las manos y el deseo, por debajo, por encima del mar, de la línea de flotación, de la crujía del cuerpo, veleros navegando, deriva y abatimiento, es desvío del compás, deriva y abatimiento, derrota de los vientos por el tiempo del mar, deriva, y abatimiento.

dimanche 5 août 2007

Egoismo empecinado


Hay una delicadeza adictiva en el son de los pasos que todavía no deja calmar mis pies, y mi cabeza.
Suelo abandonarme y abstraerme en los silencios que deja la gente luego de transitarme mientras yo me desconozco.
Y me cuesta dejarme, dejarme, me dejar, dejar mi ...
El empecinamiento de estar(me) ensimismada.
(La sinergía del sentirme a contratiempo de esta involución cuasi sensacionalista que produce mi cuerpo)

Efecto Invierno



Todavía es invierno y este domingo espera que soñemos en él.
Decime si el tiempo ya nos alcanzó, si algo en mi cuerpo se marco,
si nuestras manos ya estan desgastadas.

Envolverme en mí y descubrirme en nosotros,
aclarar nuestros sures y besar nuestros nortes,
desdoblarme en nuestros pies aferrandome en la tibieza de los tobillos,
despacio que el tiempo pasa,
expandirnos al fin porque el cuerpo es nuestro
y esta es nuestra calma.
Sentirme para poder sentirte.

Hay una sopa de arbejas, una película y una frazada esperando a ser usadas.
"Te quiero, hace tiempo y hace frio".